
La tierra y la historia
Grecia puede hacer alarde de una importante producción agrícola que la coloca entre los mayores productores de fruta de Europa. Además, ofrece importantes y modernas instalaciones para el procesamiento y la estandarización. El propicio clima mediterráneo, con sus temperaturas suaves, las lluvias adecuadas y la gran cantidad de luz solar junto a las características propias del suelo tienen un efecto beneficioso sobre el color, el sabor, la textura y la calidad general de las cosechas. La topografía del norte de Grecia, las regiones montañosas y frondosas en combinación con el fértil valle del río Haliacmón configuran un clima local singular que proporciona el suelo y las condiciones climáticas ideales para cultivos sanos y productivos. En la región abunda la belleza natural, rebosante de historia. Éste fue el punto de partida de las expediciones de Alejandro Magno hacia Oriente, quien se aventuró a adentrarse en Asia y ponerse en contacto con las culturas y costumbres de aquellas gentes. Y fue así cómo el cultivo de melocotón y de otras frutas se inculcó y extendió a Grecia y Europa, cultivos que siguen floreciendo a día de hoy. Aunque originarios de Asia, estos árboles frutales han llegado a entrelazarse estrechamente con la vida y la cultura mediterráneos desde hace siglos.

Eflorescencia

